¿Qué está pasando con las
mascarillas desechables? Sin duda están suponiendo un nuevo problema para el planeta. En mi anterior post hablaba del impacto de la pandemia en positivo, con la reducción de
emisiones contaminantes, una gran parte pertenecientes a la industria textil. Ahora traigo malas noticias. Sin embargo, afortunadamente, este foco de contaminación tiene una solución muy fácil.
Las mascarillas desechables acaban en la naturaleza
No se pueden
reciclar correctamente, así que aunque las tiremos a la
basura, estas acabarán en el
medio ambiente. Ya estamos viendo la imposición de sanciones por tirar las mascarillas a la calle, pero el problema se extiende mucho más allá. Se han encontrado ya miles de mascarillas incluso en islas deshabitadas del archipiélago de Soko, por poner un ejemplo. Pero no nos vayamos tan lejos, el Diario de Cantabria advertía que el
litoral cántabro estaba
amenazado por el abandono de mascarillas en las costas. Una
tragedia más para nuestros
mares.
Las mascarillas desechables son más caras a la larga
Teniendo en cuenta el
precio máximo fijado por el gobierno español (0,96 € la mascarilla quirúrgica) y que cada 4 horas hay que
desecharla, no parece sensato recurrir a su uso habiendo alternativas que ahora expondré. Además, teniendo en cuenta que muchas de ellas proceden de China, su
huella medioambiental por la contaminación en su
transporte es enorme.
La Solución, mascarillas reutilizables de tela
El Gobierno de España ha recomendado el uso de estas mascarillas para personal no sanitario, pues si están bien diseñadas como las de
Mascarilla de Moda, tienen una
alta protección frente al
coronavirus. Las de esta marca son realmente
sostenibles desde su fabricación. Se confeccionan
artesanalmente en Granada con tejidos de
100% algodón con
certificados que garantizan la
ausencia de sustancias nocivas en su fabricación. Además, incorpora 2 capas de un tejido
homologado UNE 0065 gracias a su tratamiento
antibacteriano e hidrófugo que cumple los
parámetros de respirabilidad y filtración. Estas mascarillas se desinfectan lavándolas con detergente a
60-90 grados, garantizando su
efectividad durante
30 lavados. Realmente vale la pena invertir un poco más pues no solo sale mucho más
económico a la larga, sino que con ello estamos realizando una acción muy importante para
preservar nuestro planeta.
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